martes, 25 de noviembre de 2008

EVALUA TU GRADO DE ESTRES


Según Antonia Polo, José Manuel Hernández y Carmen Poza Desde los tiempos en los que el estudiante universitario era un “bien” escaso para las sociedades hasta los actuales en los que los aspirantes a licenciados proliferan, la institución universitaria ha recorrido un largo camino. El cambio de la universidad de “élite” (tanto social como institucional) a la universidad de “masas” ha introducido algunos elementos potencialmente provocadores de estrés. De ellos, sin duda, uno de los más relevantes es el de la competitividad. Son muchos los estudiantes y no tantas las oportunidades del mercado laboral. Ello hace que ser “de los mejores” sea un objetivo que los estudiantes (sobre todo los de los últimos cursos) se plantean por encima incluso de la adquisición de conocimientos. Por otro lado, la exigencia académica y los hábitos de trabajo adquiridos en los escalones más bajos del sistema educativo no siempre ayudan a la adaptación natural del estudiante al ámbito universitario.

Si últimamente sientes:

• Opresión en el pecho.
• Hormigueo o mariposas en el estómago.
• Sudor en las palmas de las manos.
• Palpitaciones.
• Dificultad para tragar o para respirar.
• Sequedad en la boca.
• Temblor corporal.
• Manos y pies fríos.
• Tensión muscular.
• Falta o aumento de apetito,
• Diarrea o estreñimiento.
• Fatiga.
• Inquietud, nerviosismo, ansiedad, temor o angustia.
• Deseos de llorar y/o un nudo en la garganta.
• Irritabilidad, enojo o furia constante o descontrolada.
• Deseos de gritar, golpear o insultar.
• Miedo o pánico, que si llega a ser muy intenso puede llevar a sentirnos "paralizados".
• Preocupación excesiva, que se puede incluso manifestar como la sensación de no poder controlar nuestro pensamiento.
• Pensamiento catastrófico.
• La necesidad de que "algo" suceda, para que se acabe la "espera".
• La sensación de que la situación nos supera.
• Dificultad para tomar decisiones.
• Dificultad para concentrarse.
• Disminución de la memoria.
• Lentitud de pensamiento.
• Cambios de humor constantes.
• Depresión.
• Moverse constantemente.
• Risa nerviosa.
• Rechinar los dientes.
• Tics nerviosos.
• Problemas sexuales.
• Comer en exceso o dejar de hacerlo.
• Beber o fumar con mayor frecuencia.
• Dormir en exceso o sufrir de insomnio.
• Etc.
La mayoría de estos síntomas son muestras de estrés, que con el tiempo pueden acabar en enfermedades o provocar que como estudiantes universitarios perdamos el ánimo de conseguir nuestras metas.
Dentro de las consecuencias también existe consecuencias como:
• Ansiedad.
• Cansancio, agotamiento o pérdida de energía.
• Dolor en la espalda.
• Estreñimiento o diarrea.
• Depresión.
• Dolores de cabeza.
• Presión sanguínea alta.
• Insomnio.
• Sensación de "falta de aire".
• Caída del cabello.
• Tensión en el cuello.
• Malestar estomacal.
• Subir o bajar de peso.
• Cambios de humor.
• Presión de dientes o mandíbula.
• Tomar más alcohol, tranquilizantes o otras drogas.
• Fumar más.
• Disminución de la autoestima.
• Problemas en sus relaciones con los demás o en el trabajo
• Problemas en diferentes áreas de la vida.
• Dificultad para tomar decisiones.
• Cambios en el estilo de vida, sin razón aparente.
• Propensión a tener accidentes.
• Etc.
Gripa, gastritis, colitis y úlceras, migraña, contracturas musculares, artritis, alergias, asma, diabetes mellitus, infartos, cáncer, etc., son algunas de las enfermedades que pueden estar relacionadas con el estrés.